¿Qué son los beacons?
En este artículo os queremos describir el funcionamiento de los beacons, una de las bases de la Internet de las Cosas.
¿Qué son los beacons y qué beneficios proporciona al usuario y al negocio?
Un beacon, que podríamos traducir en español como baliza, es un pequeño dispositivo electrónico. Con un identificador único y que puede enviar una señal Bluetooth de bajo consumo de hasta 40 metros. Permitiendo a dispositivos móviles (por ejemplo, un Smartphone) que acceden a su cobertura detectar su existencia.
Son dispositivos baratos y fáciles de instalar, pueden conectarse a una toma de corriente, a un puerto USB, aunque la forma más práctica es simplemente utilizar pilas que permiten al dispositivo funcionar muchísimo tiempo. Al tener un tamaño tan reducido y no necesitar electricidad externa sus posibilidades de instalación son casi ilimitadas.
Los beacons transmiten un UUID (Identificador Unico Universal), que es el identificador con el que se asociaría ese dispositivo. Este identificador alberga otros dos números. El primero, que llamamos Major, identifica un subgrupo de beacons. El otro número, llamado Minor, que sería el número de identificación de un beacon específico.
¿Qué puede hacer un beacon?
Los beneficios que tienen a los beacons es infinita. Es imposible explicar todas las posibilidades que existen pero podemos dar varios ejemplos para comprender su funcionamiento.
Nosotros solemos utilizar el ejemplo de un Museo Artístico donde se ha instalado una red de beacons. Al entrar vemos un cartel recomendando el uso de la aplicación. Una vez instalada la aplicación comprobamos que contiene información del museo, de los eventos y de las obras de arte en distintos formatos.
A partir de entonces la aplicación nos servirá información para conocer la ubicación de las obras de arte. El teléfono también puede detectar que el usuario se está acercando al beacon. Cuando el usuario se encuentre a una distancia determinada la aplicación le muestra la información asociada a ese lugar. La información en este caso podría ser un audio en el idioma deseado por el usuario explicando la obra frente a la que está.
Otro ejemplo también conocido como “marketing de proximidad” nos situaría en un centro comercial. Los usuarios que paseen por su interior no sólo pueden recibir avisos de ofertas y sorteos personalizados al pasar cerca de un establecimiento. También permitiríe a usuarios aceptar pagos desde el móvil a una distancia mayor de la que permite los NFC, mediante un sistema se conoce como “contactless”.
¿pero en que se beneficiarían los negocios?
Pues de muchas formas… Por ejemplo, dispone de la información actualizada de los clientes. Lo que se conoce por las siglas CRM (customer relationship management). Teniendo así acceso a compras anteriores, estadísticas, etc. Esto permitiría al personal personalizar la atención de forma automática, sin necesidad de buscar los datos del cliente. Con el objetivo de fidelizar al cliente.
Podrían también, por ejemplo, controlar que los vigilantes de seguridad cumplen las rutas establecidas. Incluso utilizando los mismos beacons que tienen los establecimientos, mediante la geolocalización en interiores. La misma idea se puede aplicar sobre el movimiento de los usuarios. Creando un mapa de calor de los recorridos que hacen los usuarios habitualmente.
Se podría implementar también un autocheck-in que consiste en el registro de entradas y salidas de una persona o un objeto de forma automática.
Las posibilidades son infinitas y lo más importante de todo es que los beacons son extraordinariamente barato, sin más mantenimiento que el cambio de pilas después de años de uso y con la más sencilla de las instalaciones.